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partes jamon iberico La Nabera

Partes de un Jamón Ibérico

Saborear un buen jamón ibérico es un placer para el paladar que no necesitamos esforzarnos mucho en describir para conseguir tentarnos y hacernos la boca agua. Sin embargo, ¿conoces las partes de un jamón ibérico?

Son muchos los que cortan y disfrutan de su textura, aroma y sabor, pero no todos conocen las partes de las que se compone una de las piezas más codiciadas y aprovechadas en nuestra gastronomía.

Para ponerle solución a esta cuestión, hoy haremos un breve repaso por todas y cada una de las zonas que lo componen. Así también aprovecharás para saber dónde cortar la próxima vez y disfrutar de un bocado más sabroso.

Descubriendo las partes de un jamón ibérico

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Ahora que ya tenemos la imagen en nuestra mente y, además de haberte tanteado el apetito, vamos a ir describiendo todas esas piezas tan sabrosas que le dan forma para sacarle el máximo partido.

  • Contramaza. Se la conoce por ser la parte del jamón ibérico más curada, es decir, donde menor concentración de grasa encontraremos a la hora de cortar.
  • Maza. Más magro, carne y grasa. Aquí de concentra todo en grandes cantidades para dar como resultado una de las zonas más sabrosas y jugosas de toda la pata. Es la que normalmente inauguramos.
  • Punta. Contiene bastante grasa y está ubicada en la zona puesta a la pezuña del jamón. Sin embargo, su alto contenido en sal le da un toque sabroso realmente interesante para el paladar.
  • Babilla. Es la parte opuesta y que normalmente queda bocabajo cuando colocamos el jamón para empezar por la maza. No es especialmente sabrosa, ya que no posee tanta carne. Aunque deberías saber que muchos empiezan por esta zona del jamón si esperan consumirlo lentamente, ya que así no se pierden las propiedades de resto de zonas más sabrosas.
  • Caña y Jarrete. En esta zona, muy próxima a la pezuña, es donde se concentra la mayor cantidad de aceite, aunque también las fibras del jamón. En estos casos, se suele emplear estas dos zonas para sacar la carne, convertirla en taquitos e incorporarla a nuestras recetas.
  • Pezuña. Siempre se ha dicho que del jamón ibérico se aprovecha todo, por lo que la pezuña no iba a ser menos. Ésta se emplea normalmente para hacer deliciosos caldos una vez hemos terminado la pata.

Ahora que ya conoces las partes del jamón ibérico, seguro que te ha entrado una pequeña sensación de hambre. Es comprensible, hablamos de uno de los alimentos más sabrosos y queridos por nuestra cocina.

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